SOLUCIONES PARA
ERRADICAR LA VIOLENCIA ESCOLAR
Podríamos
diferenciar entre dos grandes tipos de respuesta educativa ante el
comportamiento antisocial en las escuelas.
Tendríamos,
por un lado, lo que llamamos respuesta global a los problemas de comportamiento
antisocial (que técnicamente podría considerarse como prevención primaria)
(Moreno y Torrego, 1996). Se trata de una respuesta global por cuanto toma como
punto de partida la necesidad de que la convivencia (relaciones
interpersonales, aprendizaje de la convivencia) se convierta y se aborde como
una «cuestión de centro». Esta respuesta global asume, por tanto, que la
cuestión de la convivencia va más allá de la resolución de problemas concretos
o de conflictos esporádicos por parte de las personas directamente implicadas
en ellos.
Por otro
lado, tendríamos una respuesta más «especializada», esto
es, consistente en programas específicos destinados a hacer frente a aspectos
determinados del problema de comportamiento antisocial o a manifestaciones más
concretas del mismo, que técnicamente denominaríamos prevención secundaria y
terciaria (Trianes y Muñoz, 1997; Díaz-Aguado, 1992; Díaz-Aguado y Royo, 1995;
Gargallo y García, 1996; Pérez, 1996). Se trata de programas más o menos
ambiciosos, desarrollados por expertos, y que se vienen aplicando en centros
educativos españoles desde hace años.
Es indudable
que los actos violentos no pueden quedar impunes y que deben tener siempre una
respuesta adecuada, pero las opiniones generalizadas son las que se basan en el
análisis de las causas y el diseño de planes específicos y generales en los
centros docentes. Sin embargo hay que tener en cuenta que los docentes se
cargan con un peso que puede ser en criterio de algunos excesivo. La escuela
forma, la familia educa. En cualquier caso, todos están de acuerdo en que los
distintos agentes deben actuar coordinados. Una propuesta alternativa de
soluciones concretas podría ser la siguiente:
1- Trabajar con
la familia. La principal respuesta a la violencia
escolar esta en los padres. Es evidente que los adultos no estamos enseñando a
nuestros niños y jóvenes a resolver sus conflictos pacíficamente. La violencia
que entra en las salas de clases generalmente tiene sus raíces en las casas.
Es cosa de
ver algunas reveladoras aunque escalofriantes cifras: Uno de cada cuatro
hogares sufre de la violencia intrafamiliar. Casi un 70% de los niños reconocen
haber sido objeto de maltrato por parte de sus padres o familiares más
cercanos.
Por ello uno
de los objetivos sería crear una nueva relación más cercana entre el entorno
escolar con esas familias. Esta nueva relación entre padres y establecimiento
es uno de los ejes del nuevo curriculum.
2- Elaborar un nuevo curriculum que
integra al alumno y se adapta al mundo en que vive. El qué aprenden y el cómo
aprenden nuestros niños tiene efecto sobre el conocimiento y los valores, base
de la convivencia.
Al sentir
los alumnos que lo que aprenden les es útil en su vida diaria, al poder ellos
mismos tomar las riendas de su aprendizaje y no ser sujetos pasivos de largas
lecciones que consideran inútiles, mucho de los motivos de resistencia contra
la autoridad escolar disminuirán.
Una
educación pertinente a los desafíos de hoy con profesores formados para estos
desafíos le devuelve a la escuela su rol formador. En ese nuevo currículum son
los propios alumnos los que adquieren conciencia de la importancia del
aprendizaje.
3- Promover la apertura de más espacios de expresión de la
cultura juvenil y ocupación del tiempo libre. Los colegios abiertos, en horario
extraescolar a numerosas actividades culturales, deportivas, de servicio a la
comunidad, se convierten en punto de encuentro entre adultos y jóvenes.
Consiste en conferencias, coloquios, grupos de trabajo, talleres, mesas
redondas, ludotecas, talleres de simulación, conciertos, etc... en definitiva
alternativas a las calles y sus tentaciones.
La comunidad
escolar toma conciencia de su rol y es capaz de dar soluciones a sus problemas.
4- Privilegiar la mediación escolar como
forma de resolver los conflictos. Para ellos deben desarrollarse programas en
especial orientados a la comunidad escolar que contribuyan a apoyar a los
profesores, padres y alumnos a fortalecer la convivencia interna y la formación
en resolución pacífica de los conflictos.
5- Oferta ayuda especializada a
jóvenes y familias con dificultades psicológicas, médicas, rehabilitadoras,
económicas, educativas, sociales, laborales... a cargo de fondos estatales.
6- Atender a cada persona de manera especializada, en
orden a su personalidad y sus vivencias y en consecuencia a su delito para ello
es importante clasificar el tipo de comportamiento
antisocial entre los que
debemos diferenciar:
A: Disrupción en las aulas: Es una situación en la que el alumno impide con su
comportamiento el desarrollo normal de la clase. Se ha originado con la
finalidad de llamar la atención.
B: Problemas de disciplina: Es el siguiente paso después de la disrupción, donde se
da un conflicto entre el profesor y el alumno, quien actúa con violencia verbal
(insultos), conductual (boicot) o física.
C: Maltrato entre compañeros («bullying»): Es un
proceso de intimidación y victimación entre compañeros. Es una agresión
psicológica que tiene graves consecuencias.
D: Vandalismo y daños materiales: agresividad contra las cosas del centro educativo.
E: Violencia física: Es la agresividad física hacia persona, es con el
vandalismo y el acoso sexual la que más repercusiones sociales conllevan.
F: Acoso sexual: Generalmente suele ser una manifestación oculta de
conducta antisocial.
La violencia en estudiantes es un tema muy importante y ahora un tema muy conocido, que buena publicación ayuda a personas que sufren casos de este tipo. Felicitaciones tienen un blog muy interesante
ResponderEliminarQue tema tan interesante para aportar ideas para controlar la violencia escolar debemos empezar por controlar nuestra propia ira siempre debemos resolver los inconvenientes con el dialogo, ayudemos a los demás a disolver sus indiferencias de forma pacífica. Organicemos una corte juvenil en donde los jóvenes actúen como jueces, ayudemos a los compañeros que necesitan de nosotros para arreglar sus problemas, seamos ejemplo de los alumnos más jóvenes es decir no al BULLYING.
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